El triunfo de la luz: cómo el fútbol y la energía solar transformaron una comunidad rural

El Torneo Intercomunitario de la Luz trajo consigo la promesa de acceso a energía comunitaria y la oportunidad de demostrar el talento y habilidades de mujeres futbolistas de la vereda Hondible. Para estas mujeres, el fútbol es una forma de escapar de la rutina diaria y de demostrar su valor y talento en un ambiente dominado por hombres. A pesar de la pasión que sienten por el deporte, la falta de acceso a energía eléctrica es una barrera significativa en las comunidades rurales.


La emoción en el ambiente era palpable mientras los equipos se preparaban para el Primer Torneo Intercomunitario de la Luz celebrado en la vereda Hondible. Un evento que marcaría un antes y un después en la vida de esta comunidad rural que había estado luchando por años para obtener acceso a la electricidad. Pero el torneo no solo traía la promesa de luz eléctrica, sino también la oportunidad de mostrar el talento y la habilidad de las mujeres futbolistas rurales.

Entre las jugadoras, se encontraban cuatro mujeres que estaban emocionadas por mostrar sus habilidades en el campo: Yarledis y Kelly por el equipo verde, y Angie y Darlis por el naranja. Yarledis, la defensa estrella de su equipo, había soñado con jugar en una cancha con iluminación artificial desde que era una niña. Kelly, mediocampista, había sido entrenada por su padre y se enorgullecía de su habilidad para mover la pelota por el campo con éxito. Darlis, defensa central, había practicado todos los días durante los últimos tres meses para mejorar su habilidad en el control del balón. Y Angie, la mediocampista, se había unido al equipo después de que sus hijos la animaran a perseguir su sueño de jugar al fútbol.

Para estas mujeres, este deporte es una forma de escapar de la rutina diaria y de demostrar que también podían destacar en un campo dominado por hombres. “El fútbol nos da una voz”, dice Yarledis. “Nos permite demostrar nuestra fuerza y habilidad en un ambiente que normalmente nos niega esa oportunidad”.

El empoderamiento femenino es una lucha constante en las zonas rurales, donde las mujeres a menudo enfrentan barreras culturales y de género que les impiden acceder a la educación y al empleo. Pero estas mujeres han encontrado en el fútbol una plataforma para demostrar su valor y talento, y de reclamar su lugar en la sociedad. “Cuando estamos en la cancha, no importa si eres hombre o mujer, lo único que importa es tu habilidad”, afirma Kelly.

Yarledis Castillo y Darlis Hernández creen que la presencia de Tierra Grata en su comunidad constituye progreso.

A pesar de la pasión que estas mujeres sentían por el deporte, la falta de acceso a la electricidad seguía siendo una barrera significativa. Sin electricidad, las actividades diarias se limitaban a la luz del sol, y la falta de luz en la noche impedía que los habitantes tuvieran acceso a actividades recreativas. Pero con la llegada de la energía solar, todo eso estaba a punto de cambiar.

El torneo comenzó con un entusiasmo ensordecedor. Horas antes, algunos miembros de la comunidad se habían encargado de instalar postes solares en la cancha. Desde entonces, las tribunas y jugadoras estaban a la espera de que la noche las recibiera jugando.

El partido comenzó con mucha energía y entusiasmo por ambas partes. El equipo naranja, liderado por Angie y Darlis, tomó la iniciativa en los primeros minutos, tratando de llevar la pelota al área contraria. Dos goles estaban sentenciando al equipo rival. Después de varios intentos, las jugadoras capitaneadas por Yarledis finalmente empató el marcador. Esto dio un impulso de confianza al equipo verde, que inmediatamente aumentó su intensidad en el campo. Las naranjas, sin embargo, no se rindieron y lograron tomar ventaja con un gran gol que atravesó la portería. El árbitro pitó el descanso.

El segundo tiempo continuó con un intercambio de ofensivas, pero finalmente fue el equipo verde quien tomó la ventaja gracias a las habilidades de sus jugadoras. Kelly anotó el gol que puso nuevamente el partido en tablas, pero a medida que el reloj avanzaba, las verdes se volvieron cada vez más dominantes y dos goles más aseguraron su victoria con un marcador de 5-3.

Al sonar el pitido final, Yarledis y sus compañeras corrieron emocionadas hacia el centro del campo para celebrar su triunfo, mientras que las rivales se abrazaron en señal de respeto y felicitación. Fue entonces, cuando encendió la primera lámpara.

Este encuentro no solo fue importante para las futbolistas, sino también para la comunidad en general. Demostró que las mujeres pueden tener éxito en un deporte tradicionalmente atribuido a los hombres y también destacó la importancia del acceso a la energía eléctrica para el desarrollo de Hondible. “Este torneo y la llegada de la energía solar son solo el comienzo”, dijo Darlis. “Ahora podemos soñar con un futuro más brillante para nuestras familias”.

Yarledis, Kelly, Angie y Darlis saben que la energía solar les da algo más que una cancha iluminada. Les da la oportunidad de brillar y de tener una voz en la construcción de su futuro. Con la llegada de la energía solar, se abren nuevas oportunidades para el crecimiento y el empoderamiento de las mujeres.

Mientras observaba la luz brillante, Yarledis se dio cuenta de que el fútbol no solo era un deporte, sino también una herramienta para impulsar el cambio social. “Este torneo nos ha dado la oportunidad de demostrar nuestro valor como mujeres futbolistas y como miembros de la comunidad”, dijo. “Pero también nos ha mostrado que cuando trabajamos juntos, podemos lograr cosas increíbles”.

Darlis, con su voz firme y llena de emoción, señaló: “Hemos logrado algo grande, algo que marcará nuestra historia. Y lo mejor de todo, hemos demostrado que las mujeres también podemos ser campeonas”.

Las cuatro mujeres se despidieron con una sonrisa en sus rostros, sintiendo una sensación de alegría y esperanza en sus corazones. Mañana se volverían a encontrar, esta vez como vecinas en las labores del campo, pero con algo distinto: sabían que habían logrado algo grande, y que habían abierto un camino para las mujeres y sus generaciones futuras. Con la energía solar, la comunidad rural de Hondible había encontrado una nueva fuente de energía, una que no solo iluminaría los espacios comunitarios, sino que también iluminaría sus vidas.

Mira aquí nuestro PRIMER CORTOMETRAJE: Cómo el #fútbol y la #energia solar transformaron una comunidad rural

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