Escucha aquí: Guardianes de Tierra Grata, capítulo 2

Yarledis Castillo

Para llegar hasta La Cañada (Bolívar), hay que subir el cerro La Cansona a 600 metros sobre el nivel del mar. No en vano recibe este nombre; ya hasta este punto, la respiración se agita y es difícil escuchar claro. No obstante, al llegar a San Lázaro el camino se torna más difícil.

Antes de finalizar el caserío en San Lázaro, un desvío nos adentra a La Cañada, y en medio de la oscuridad de las montañas la luna guía el sendero entre trochas y monte. 

Adentrarse a esta zona requiere temple y buena condición física, la misma que tiene Yarledis Castillo, una joven deportista y líder de juventudes en la vereda, y de quien trata esta historia. 

Yarledis (o la “Pelo”, como es conocida en su comunidad por tener una larga cabellera ondulada de color negro), es una mujer con carácter y sus acciones demuestran humildad y compromiso. 

La supuesta locura con la que identifican a Yarledis no es más que autogestión y liderazgo comunitario. Ella ha forjado su personalidad y su modo de vivir con valentía ante situaciones difíciles. En las veredas La Cañada y Hondible (esta última donde ella nació), han sido comunidades fuertemente afectadas por el conflicto armado y el abandono estatal.

Por abandono estatal nos referimos al fenómeno que se manifiesta en las regiones más alejadas del país a causa de la inexistencia o ausencia de instituciones públicas que garanticen una mejor calidad de vida a las comunidades. Esto se intensifica aún más cuando en los territorios sus habitantes son víctimas del conflicto armado y de desplazamiento forzado. 

En estos escenarios, la organización comunitaria es una de las estructuras más poderosas que existe y más si está conformada por mujeres. Yarledis y sus vecinas tienen la disciplina para reunirse en este espacio cada vez que lo necesiten para sacar a su comunidad adelante.

En la actualidad, ellas realizan ventas de comida y campeonatos deportivos como una forma de recrearse, obtener ingresos, rescatar las actividades de esparcimiento que tenían sus abuelos e interactuar con veredas vecinas.

“Enmendar lo que sentimos por dentro”

La unión y el trabajo en equipo son cualidades de las personas de La Cañada; preocuparse y movilizarse montaña tras montaña por el bienestar del otro es de admirar. 

Yarledis concibe sus propias formas de empoderarse y empoderar a las mujeres de La Cañada. Ella es una líder que la vida misma ha formado; una mujer que desde el campo resiste al abandono y crea desde sus posibilidades.

Para ser Guardián de Tierra Grata se necesita amor por la comunidad y actitud de servicio. Yarledis posee esas características. Ella fue una de las primeras usuarias de La Cañada en hacer uso de nuestra Energía Grata y se hizo Guardiana para seguir llevando luz en toda la vereda y aportar al desarrollo de su comunidad. 

Luego de nuestra intervención, la calidad de vida de los habitantes de La Cañada ha mejorado mucho. Ella y sus vecinos se reúnen en su casa todas las noches a disfrutar de las novelas que pueden ver desde el pequeño televisor de su casa. También sus hijos pueden hacer tareas bajo la luz de nuestras soluciones. 

Yarledis nos ha enseñado que la lucha se gana con pequeñas acciones todos los días, que las mujeres rurales pueden tener capacidad organizativa y ser protagonistas de sus propias vidas. Donde hay tanta desesperanza es necesario aprender de las formas de vida de las mujeres campesinas que se levantan a diario para trabajar por el bienestar de sus familias y de sus comunidades.

Te invitamos a que conozcas más sobre ella en el segundo capítulo del podcast Guardianes de Tierra Grata.

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