Una de las principales consecuencias del crecimiento demográfico es el aumento del consumo de recursos naturales en los procesos productivos. Entre estos, el agua. Con motivo del 22 de marzo, Día Mundial del Agua, te invitamos a hablar sobre la Huella Hídrica, qué es, cómo se mide y por qué es un indicador fundamental para la lucha contra el cambio climático y para el desarrollo sostenible.
La huella hídrica es un indicador medioambiental que sirve para estimar el volumen de agua dulce que se usa en la producción de bienes y servicios. El término fue acuñado por primera vez en el año 2002 por el Dr. Arjen Hoekstra, y desde entonces ha sido difundido por la organización Water Footprint Network (WFN) para abrir nuevos caminos de investigación en el campo de la sostenibilidad al presentar un método científicamente riguroso para que las empresas comprendan su dependencia e impacto en los recursos hídricos mundiales.
La huella hídrica de un producto en particular es el volumen de agua dulce utilizada para producirlo, medido en el lugar donde se llevó realmente a cabo la producción de dicho producto. Es decir, es un indicador geográficamente explícito, ya que no solo muestra el volumen de agua consumida y contaminada, sino también su ubicación. Además, se trata de un concepto global, ya que la huella hídrica hace referencia a la cantidad de consumo de agua en varias etapas de la cadena de producción.
En función de la fuente de la que proviene el agua existen diferentes tipos de huella hídrica:
- Huella hídrica azul: Corresponde a la cantidad de agua que procede de fuentes superficiales o subterráneas que se utiliza para la producción de un producto o para la provisión de un servicio.
- Huella hídrica verde: En ocasiones se utiliza agua de lluvia para el proceso de fabricación de un producto. Se calcula observando el volumen de agua de lluvia que se incorpora al proceso productivo y que no pasa a ser agua residual.
- Huella hídrica gris: Este tipo de huella hídrica sirve como indicador del nivel de contaminación del agua dulce derivado de la totalidad del proceso productivo y de comercialización de un producto. La huella hídrica gris es el valor resultante de calcular la cantidad de agua necesaria para diluir las sustancias contaminantes hasta que el agua sea lo suficientemente limpia como para pasar los controles de calidad que marca la ley.
¿Cómo se distribuye la huella hídrica?
Se estima que la Huella Hídrica de la producción mundial, incluidos los sectores Agrícola, Pecuario, Industrial y Doméstico, asciende aproximadamente a 9,1 Billones m³/año, tomando como base de cálculo los datos publicados por los países durante el periodo comprendido entre 1996 y 2005.
La distribución global media de la Huella por sectores es la siguiente:
Como muestra la infografía, al sector agrícola se le atribuye un 70% del consumo de agua dulce total. En segundo lugar estaría la producción industrial, con un 20%. El restante 10% corresponde al agua dulce que se dedica para el consumo humano, que a pesar de parecer bajo, no es menos importante.
Según la Water Footprint Network, el ranking de los 8 países con mayor huella hídrica quedaría así: Mongolia (10.000 litros), Níger (9.600 litros), Bolivia (9.500 litros), Emiratos Árabes Unidos (8.600 litros), Estados Unidos (7.800 litros), Mauritania (7.000 litros), Portugal (6.900 litros), España (6.700 litros). Sumados se obtiene un valor superior al 50% de la Huella Hídrica global.
Por su parte, en Colombia el sector Agrícola es el primer sector en términos de consumo sobre otros seis sectores analizados: Energía, Doméstico, Acuícola, Pecuario, Industrial y Servicios. Gracias a datos del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, IDEAM, se puede desglosar que los sectores con mayor demanda son el sector agrícola con 46.6% y la generación energética con 21.5%.
De acuerdo con los resultados obtenidos por el Estudio Nacional del Agua ENA (Ideam 2014), el 67% de la demanda hídrica nacional se concentra en el área hidrográfica de los ríos Magdalena y Cauca, el 16% en el Caribe y el 12% en la Orinoquía.
En los cultivos permanentes, el de mayor huella hídrica azul es el de la palma de aceite, seguido del plátano y la caña de azúcar; por su parte el de menor es el café, que constituye también el cultivo permanente con la mayor huella hídrica verde de Colombia, seguido de caña, palma de aceite y plátano, mientras que el de la menor se encuentra en flores y follajes.
Con respecto a los cultivos transitorios la mayor Huella Hídrica azul le corresponde al arroz de riego, seguido de la papa y el maíz, mientras que la menor está en el arroz secano. La mayor verde la presenta el maíz y el arroz de riego nuevamente, seguidos de la yuca y la papa, en tanto que la menor está en los cultivos de trigo. En pastos ganaderos por áreas sobresalen Vichada, Meta, Casanare, Antioquia, Arauca y Córdoba, al abarcar cerca de la mitad del pasto de Colombia, contrariamente, la superficie destinada a la ganadería extensiva en el Eje Cafetero solo representa el 2,3% y en el Tolima el 3%.
Una visión futura: Claves para entender la escasez de agua
En 2010 la Organización de las Naciones Unidas reconoció que “el derecho al agua potable y el saneamiento es un derecho humano esencial para el pleno disfrute de la vida y de todos los derechos humanos”. Este recurso es un elemento esencial para el desarrollo sostenible que es la base de la Agenda 2030 y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en particular, del número 6: Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos, el cual ayuda también a la consecución de otras metas.
La ONU hace un llamado a los gobiernos para que todos los seres humanos puedan tener acceso a agua sin ser discriminados. Sin embargo, existen “motivos de discriminación” que afectan a algunas personas desfavorecidas: el sexo y el género; la raza, la etnia, la religión, la condición de nacimiento, la casta, el idioma y la nacionalidad; la discapacidad, la edad y el estado de salud; la tenencia de bienes, el lugar de residencia, y la situación económica y social; así como otros factores como la degradación del medio ambiente, el cambio climático, el crecimiento demográfico, los conflictos, los flujos de migración y los desplazamientos forzosos.
Las cifras indican que el número de familias que hoy en día no pueden acceder a agua potable va en aumento. A eso se le suma la alerta mundial de que, como consecuencia del crecimiento demográfico, para el año 2050 la demanda mundial de agua se habrá triplicado. Así las cosas, se estima que, para 2050, una de cada dos personas vivirá sin agua. Por lo tanto, es deber de los gobiernos tomar medidas de adaptación frente a la crisis climática y garantizar el mínimo vital de agua para cada familia.
¿Conoces tu huella hídrica?
La Huella Hídrica del planeta es la suma de las Huellas Hídricas de todos los seres humanos que lo habitamos; en consecuencia, todos somos parte del problema, pero también somos partícipes de la solución.
Desde Tierra Grata te invitamos a realizar aquí la medición de tu Huella Hídrica, tomando como referencia el volumen de agua que usas y contaminas de manera directa por tus actividades cotidianas, y el volumen total de agua dulce que se utiliza para producir los bienes y servicios que consumes. Además, te dejamos diez tips para reducir la Huella Hídrica que generas y así inspirar a más personas.
Fuentes consultadas:
- Water Footprint Assessment Manual. De Water Footprint Network y AENOR. Tomado de: https://www.corresponsables.com/actualidad/ods6-manual-referencia-huella-hidrica-castellano-esagua-suez
- Reporte Colombia 2012: Una mirada a la agricultura de Colombia desde su Huella Hídrica. WWF. Tomado de: https://wwfeu.awsassets.panda.org/downloads/hh_colombia_6b.pdf