Manuel Chamorro
Las películas y libros de historia nos muestran la figura del guardián como el vigilante de un prisionero; una persona frívola, intransigente, solitaria y violenta. Para nosotros es importante derribar ese tipo de imaginarios y empezar a narrar de forma diferente a este personaje.
Los Guardianes de Tierra Grata forman parte de nuestra filosofía. Son personas reales, soñadoras, llenas de esperanza y ganas de aportar al mejoramiento de sus comunidades. Dónde están nuestras soluciones, hay uno o más guardianes. Ellos hacen parte de nuestros equipos técnicos, de nuestras vidas y son nuestra ayuda más valiosa; sin ellos, no hubiese sido posible tantas intervenciones exitosas.
Manuel Chamorro es nuestro primer Guardián. Su historia nos enseña que siempre se debe soñar y que el buen ejemplo nos va señalando el camino a seguir para transformar realidades. A sus 65 años sigue soñando y sus sueños nos motivan a seguir creciendo y a aportar al desarrollo de las comunidades más alejadas del país llevando lo esencial.
“Quiero ser un ejemplo”
Manuel a su edad luce fuerte y lleno de vida. Su tez negra disimula algunas arrugas que le ha dejado el paso de los años. Siempre anda a caballo, con sombrero y botas pantaneras, aunque no haya barro. Es un hombre entusiasta, cordial y conversar con él siempre nos deja con buen ánimo.
Vive en Corralito, un corregimiento de San Juan Nepomuceno al norte de Bolívar, ubicado a casi 2 horas de su cabecera municipal. En este lugar, sus habitantes han sido desplazados por la violencia en varias ocasiones. Una de ellas fue a causa de la masacre de las fincas Los Guáimaros y El Tapón los días 30 y 31 de agosto del año 2002. Esta ha sido denominada por sus sobrevivientes como “La masacre invisible” ya que no se nombró durante años y hoy no se han hallado responsables de la misma.
Manuel es un hombre del campo que se le mide a cualquier trabajo honesto para llevar un plato de comida a la mesa de su casa. Reconoce que la familia es lo más importante y cada vez que tiene oportunidad habla de la buena mujer que tiene a su lado.
También tiene sangre artística. Es compositor vallenato, compone desde el año 1982 y tiene un repertorio de 15 canciones. Sueña con ser un cantante reconocido y grabar sus propias creaciones, porque no confía en venderlas; ya ha escuchado historias de autores que venden sus trabajos y que al final de sus días no reciben regalías por ello.
Esa actitud de lucha lo ha llevado a arrear cada pieza de nuestro baño seco para instalarlo en una montaña alta en donde está ubicada su casa, a disponer su tiempo en beneficio de su comunidad, a tomar decisiones sabias con cautela, a ser un hombre querido en Corralito, a capacitarse en la instalación de nuestras soluciones, a ser y convertirse en un Guardián de Tierra Grata.
Aunque Manuel enuncia como una posibilidad futura “ser Guardián de esta tierra grata”, ya él lo es… lo ha sido incluso desde antes de conocernos, porque es una persona que sueña despierta todos los días para cumplir sus metas por muy difíciles que parezcan.
El guardián de un baño
El caserío que habita Manuel es de clima seco. A este tipo de terrenos se les conoce como bosque seco tropical, característico de departamentos como Bolívar, Sucre, la Guajira, entre otros, y la geografía es compleja para la instalación de un acueducto y un alcantarillado.
A falta de un baño, a su familia y sus vecinos no les quedaba otra opción que salir al monte a defecar, exponiéndose a los peligros de la naturaleza. Y sin un sistema de agua potable seguro, tomaban agua de pozos que dejaban reposar, ya que era la única forma de tomar el líquido de una forma medianamente segura.
Con la instalación de un baño seco en su vivienda, hoy Manuel narra esto como una anécdota porque su calidad de vida es distinta ahora.
Te invitamos a que conozcas más sobre él en el primer capítulo del podcast Guardianes de Tierra Grata.
