El joven que adoptó la identidad montemariana

Emprendimos nuestro camino hacia la vereda La Cañada mientras que las luces de nuestro carro, varado a la distancia, nos iluminaban al caer la tarde. Eran las 7 de la noche y a nuestro horizonte la niebla ya se apoderaba de cada una de las montañas, sabíamos que estábamos muy arriba porque por momentos la […]